Ecuador.
Las obras de Jaime Nuñez del Arco —sobre papel, agendas descartadas, cartón y madera— descubren poesía entre manifiestos absurdos, slogans, pseudo terminología de marketing y prosa de corte romántico. Sus textos y dibujos, a la vez irónicos y sentimentales, son una meditación acerca de las relaciones, el sexo, la tecnología, la religión y el arte.
Durante la primera mitad de 2019, abrió en la galería +ARTE, Aquí y en Everywhere, su nueva muestra individual; participó en la colectiva The Exhausted Land (Klosterfelde Gallery, Berlin) junto a artistas Latino Americanos y del Caribe como Teresa Burga, Quisqueya Henriquez y Adrián Balseca. Finalmente, la galería Saatchi (Londres) seleccionó una de sus obras para mostrar en su celebrado Screen Project.
Exposiciones en N24 Galería de Arte:
– Feria de arte. Del 11 al 21 de diciembre de 2019.
– Gloria Gaynor Tenía Razón. Del 23 de septiembre al 21 de octubre de 2020.
– Feria de dibujo y grabado. Del 9 al 23 de diciembre de 2020.
En el pasado, ha exhibido en las Bienales de La Habana (Cuba) y Cuenca (Ecuador), además de Seattle (COCA), Barcelona (CCCB), Florencia (Pitti Imagine), Munich y Ljubljana. Nuñez del Arco ha sido publicado por la influyente editorial Taschen y su último libro, Art to make pancakes, forma parte de las colecciones de la Biblioteca Pública de Nueva York y del museo MACBA en Barcelona. En conexión con su práctica de arte, Nuñez del Arco es un reconocido diseñador gráfico y fundador de Terminal, una editorial para creadores visuales de Latino América.
Siempre me sorprenden las risas que se generan en el público al dialogar con mis obras. Muchas de ellas meditan acerca de la contemporaneidad desde ángulos complejos e incómodos. Posiblemente, la franqueza con la que abordo temas universales como el amor, el sexo, la soledad o escenarios como la supremacía de la ansiedad, el desborde tecnológico o las políticas de las relaciones actúa como un efecto de espejo: nos reflejamos, nos descubrimos y para no llorar, reímos.
Al mismo tiempo, muchas obras cargan con slogans, párrafos o incluso microcuentos, conscientemente diseñados para sacar una sonrisa. El mundo del arte –así como el mundo en general- es serio y, honestamente, un poco triste. A simple vista, mi trabajo puede considerarse poco comprometido socialmente, pero enfrentar con honestidad y humor al cinismo del status quo, es un acto político en si mismo.