Quito, Ecuador, 1985.
El boceto no entra en mi juego, porque necesito del momento puro; y para eso me abro al juego experimental, valiéndome de lo sonoro, y de lo automatizado, lo cual me permite expresarme con varios elementos; y así, viene el punzón de metal, el barniz, la tinta, los rodillos, la prensa, las texturas, el papel, la matriz; y entonces, surge el grito, el rayón: el sentimiento, la rabia, la soledad, la frustración, la alegría, la dulzura, el juego.
Trabajo mi obra por medio del grabado en metal aguafuerte, y lo hago con la convicción de que cada parte de mi obra es una imagen en el tiempo, un detalle de nosotros.
Mis obras son por eso una mezcla entre el miedo y el juego, entre el bosque oscuro y la luz de la mañana, entre el monstruo y el amigo, entre el yo y el solitario, entre el bullicio y el silencio, entre lo que somos y lo que dejamos de ser, entre los que somos y lo que buscamos; en fin, parámetros de vida.
Exposiciones en N24 Galería de Arte:
– Feria de dibujo y grabado. Del 9 al 23 de diciembre de 2020.