Magdalena Cuvi

Quito, Ecuador, 1950

Magdalena Cuvi nació en Quito. Luego del colegio vivió en España, Estados Unidos y Costa Rica. Realizó estudios universitarios en sicología clínica y psicoanálisis. Trabajó con niños, adolescentes y mujeres en el área clínica, así como en educación infantil, en talleres de expresión artística para niños y niñas y en proyectos sociales locales e internacionales para poblaciones vulnerables. Además, a lo largo de su vida, tomó cursos de dibujo, pintura, cerámica, grabado, joyería, apreciación del arte y, desde muy joven, tuvo la oportunidad de visitar y mirar exposiciones en museos locales, de Europa y de los Estados Unidos. Así juntó sus dos grandes pasiones: la expresión artística y el conocimiento del comportamiento humano. Desde hace aproximadamente 15 años se dedica exclusivamente a la joyería.

Magdalena Cuvi trabaja con plata y piedras semipreciosas. Diseña y elabora a mano cada una de sus joyas, que son únicas e irrepetibles. Las piedras son el disparador de su creatividad. Las prefiere en su forma más rústica y orgánica, no solo porque cada uno ve lo que quiere ver en ellas, sino también porque llevan a imaginar las modificaciones transcurridas desde su formación, hace miles o millones de años, hasta convertirse en una joya sobre el cuerpo de una persona.

Selecciona una piedra cuando ésta le moviliza interiormente, sin saber todavía qué hará con ella. A veces, rápidamente puede transformarla en una joya; en otras ocasiones, las gemas permanecen sobre la mesa de joyería durante mucho tiempo: las mira, las toca, prueba una idea, la descarta e intenta nuevamente hasta que logra construir una pieza. No siempre está satisfecha con el resultado obtenido, sin embargo expone la joya al escrutinio de los otros. Pero, si pasa desapercibida, la vuelve a transformar hasta que le guste y que, sobre todo, capte la mirada de los otros.

Disfruta haciendo joyas “para nadie”, es decir, para ninguna persona en particular. Así expresa más libremente sus fantasías e imaginarios inconscientes que no dejan de sorprenderle a ella misma.

Declara que se divierte mucho en ese ir y venir, en ese hacer y deshacer, en acertar y fallar en la construcción de una joya que cobrará vida sobre el cuerpo de alguien. La pieza transformará momentáneamente ese cuerpo que, a su vez, transformará a la joya. No es lo mismo un anillo en una vitrina que en una mano, así como no es igual un cuerpo con un bello colgante que sin él.

Exposiciones en N24 Galería de Arte:

– Feria de Arte. Del 6 al 22 de diciembre de 2023.