Pablo Guarderas
03 – 20 de agosto 2022
En este cuerpo de trabajo, creado en Tumbaco, Ecuador durante la pandemia, en el 2020, en donde la libertad es el resultado de un proceso de vida, de permitirse perder el control con el fin de poder vivir en el momento. Esta es mi búsqueda de toda la vida y la pandemia fue una gran oportunidad para profundizar en este concepto ya que no había ningún otro lugar donde estar. Estoy muy complacido de que la obra revela este proceso y sus resultados.
He dedicado los últimos 30 años de mi vida a la búsqueda de la comprensión de las verdades que hay detrás de nuestra existencia. Fue a través de las filosofías orientales que encontré mi camino y la metodología, es el experimentar en la vida el ahora, pasando por alto el proceso mental y entrando en un estado de conciencia pura.
Mi trabajo es el experimento y el resultado. Mi proceso no está enfatizado por la técnica, que es simplemente el vehículo conductor de la expresión. No busco la originalidad en ese plano pero sí, el medio que representa mis hallazgos e ideas más profundas, revelando algunas intenciones, que pronto toman su propio curso y nunca se repiten. Estar eternamente en el ahora, al igual que cuando hago paracaidismo sólo puedo estar en ese momento. Quiero inspirar un sentido de libertad, de desenfreno de conexión con el espíritu más que con el intelecto. Quiero inspirar libertad y profundidad de ser.
Si colocas cualquiera de mis obras junto a las de otros artistas, por muy parecidas que sean técnicamente, el mensaje siempre será único. Es el mensaje lo que busco, y aunque esta es una diferencia mucho más sutil, te puedo asegurar que está ahí. La única razón por la que hago obra, es para compartir los hallazgos más profundos que me dan una razón para vivir.